miércoles, 13 de diciembre de 2017

Sunshine/Moonlight pero siempre se intentará que haya luz.

A veces me pregunto por qué justo a mí me ha tocado esta cabeza. No es que no le tenga cariño o le tenga manía, pero tiene tantas cosas buenas como malas, tanto a veces me ayuda como a veces me gana.

Llevo bastante tiempo ya encerrada en una burbuja que se regenera y se vuelve a iniciar, a volverse oscura cada varios días. Yo vivo dentro de ella, voy subiendo y subiendo hasta lo más alto y llega un momento, un punto de inflexión, en el que cae al mas profundo vacío por causas desconocidas, tanto, que mi pecho se siente hueco.

Nadie me puede sacar del vacío, da igual si me dan los argumentos más fiables y comprobables por profesionales, da igual que me consueles con mil abrazos o que me lleves a hacer lo que más me gusta en el mundo, que no voy a salir de ahí por más que yo quiera también.

Durante estos momentos en los que se confrontan el punto más álgido de mi estado de ánimo, con el más cálido, no soy yo. Esto es lo que actualmente más me asusta de vivir. He llegado a sentir vergüenza porque este "eclipse" (llamémoslo así para darle por una vez una connotación positiva) llega en cualquier momento, estés con quien sea, con gente a la que quieres y con la que te lo sueles pasar genial tan tranquilamente, en el centro comercial, tanto sola como acompañada, de fiesta con tus amigas o en el concierto más increíble en el que hayas estado.

Quiero hacer un breve llamamiento a todas esas personas que no dan el mismo grado de importancia a los problemas/enfermedades físicas como a las mentales. Quiero que se empiece a tener en cuenta que el nivel de agotamiento/dolor puede llegar a ser igual, siempre generalizando ya que cada enfermedad es un mundo.
Este texto lo escribo bajo mi propia experiencia, la de una chica que sabe que tiene algo en la cabeza desde hace ya un tiempo que no le va del todo bien pero que todavía está sin diagnosticar, y espero que siga así, que no se diagnostique por el mero hecho de que no tengo nada, solo una mala racha.

lunes, 22 de mayo de 2017

A veces viene bien hacerse una introspección.

Si supieras el momento exacto en el que voy a estallar a llorar y sin embargo no lo hago por temor... igual puedes venir y dormir a mi vera, pasarte la noche en vela y atraparme los malos sueños, prejuicios y estupideces que tengo en la cabeza.

Mi amor, quiero dejarte claro que yo no soy así, que yo solo soy una flor al lado de una mala cosecha, causante de que me esté echando a perder.
Soy tonta y me estoy dejando marchitar.

Sólo escribo cuando estoy triste y bien lo sabes, es que llevo un tiempo en el que ya no sé ni el motivo de mi mal cuerpo. Cada vez está más delgado,
más flácido.
Día tras día soy menos yo y mi versión nueva, precisamente, no es una mejorada.
Este no es mi cuerpo y no es mi cabeza, no me representan, te lo prometo.

Y tú... siempre estás detrás de mí para reconstruirme.
Me serenizas y me anclas los pies en la tierra, bien fuerte.

Sé, que hasta no salgan raíces en mis pies y no recupere todas las hojas que he perdido por el camino, hasta que no florezca y me considere la más, no pararás.

Me avergüenzo de los pájaros que rondan alrededor de mí, que no me dejan sentir, tal y como soy, emocional y feliz.
No me dejan ni querer ni quererme.

Y ya sabes que yo nunca pido tanto, que me conformo con cualquier cosa.
Triste o afortunadamente
(aún no lo sé)
Soy más buena de lo que se merece el mundo,
te quiero más de lo que debo
tú me quieres más de lo que piensas, sólo tienes que darte cuenta.

Me niego a escribir más ti.
Te mereces mucho más que eso,
te mereces experiencias,
locuras que nos llenen,
TIEMPO.

No tengo mucho más que ofrecerte,
Ni un cuerpo esculturado
Ni una cabeza andamiada.
Sólo puedo ofrecerte tiempo y darte mi humilde esperanza de que volveré más fuerte.

Si estoy contigo es porque la locura y los nudos mentales también son bonitos solos, pero si los miras desde la perspectiva de que los puedes compartir con alguien de tu misma especie, ya es inexplicable.
También por que desde que te quiero a ti, mi gran reto es quererme más a mí que a ti.

Eso sí, puede que a veces, en un futuro más, me mire y diga: "Qué guapa estás" pero SIEMPRE lo estaré más por dentro. Es lo que me representa.

Y si en este momento he escrito es porque, hay veces, que es necesario vaciar el corazón y la cabeza de palabras.
Porque dicen, que si piensas diez segundos antes de hablar en una discusión y/o conversación, todo sale bien.
Pero, si lo piensas, esos segundos medidos en palabras que igual habría sido mejor decir en su momento, estas se acumulan más y más en la rutina y estas van a parar al corazón, que se marchita o en el peor de los casos, estalla y muere.

Y no quiero eso.


lunes, 10 de abril de 2017

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A veces siento que no llego. Tienes razón... Quien bien me conoce, bien sabe que me cuesta llegar a lo que realmente quiero porque me hundo a mi misma sintiendo que no puedo. Sinceramente debo decir que soy mi peor enemigo.

En realidad, después, me paro un rato a recapacitar y me doy cuenta, si no estuviera llegando a donde quiero estar, no habría dejado de escribir. Sí, hace tiempo este blog era mi única vía de escape y ahora había dejado de escribir porque lo que me estaba pasando me estaba haciendo sentir muy bien. Tanto, que veía necesario vivir.

Durante años de blog, me he comido la cabeza acerca de la felicidad escribiendo continuamente sobre ella. Casi diariamente no podía disfrutarla porque al sentirme demasiado bien, tan llena, veía que eso no podía ser verdad, que yo era incapaz de haber llegado a un estado tan bueno y que a partir de allí no podía hacer otra cosa que bajar y bajar hasta volver al estado de inicio, o el que yo pensaba que era.

No soy nada experta en estos temas y tampoco tengo tanta experiencia porque aún me queda mucho por vivir pero lo que sí que sé, es que aunque tengamos demasiado interiorizadas frases como "vive el momento" porque se han sobreexplotado por temas de marketing etc., vívelo. Me da mucha rabia ver a personas que no exprimen cada momento de sus vidas y que no tengan bien claro el concepto de que sólo van a vivir una vez en la vida, que no van a poder rebobinarla, ni pararla, pero sí avanzar poco a poco y jugar con ella. 

Cuando creces interiormente de cierto modo en el que empiezas a ver lo que tienes a tu alrededor, tanto las personas como el ambiente y el entorno, cuando te das cuenta de que los momentos buenos alimentan a los malos, ahí ya no vas a volver a odiar tu vida nunca más.

Por todo esto, desde hace ya un tiempo, justo en el que dejé de escribir y empecé a encontrarme conmigo misma de otra manera, decidiendo que no voy a hacer nunca más algo que no quiera. Voy a luchar por mis sueños como si mañana fuera el último día y pudiera hacer todo por ellos o como si mañana mismo fuera a lograrlos, como si estuviera a punto de llegar a la cúspide por fin.
Si alguien pasa por mi vida y no tarda en irse es que no me merece, soy yo la que se queda y acepta todo lo que le venga, es por eso que soy yo la que merece la pena. Voy a hacer todo lo que me apetezca en cada momento. Conforme pasen los años mi impulsividad y mi curiosidad no va a ir disminuyendo aunque sea adulta. Si quiero ser una romántica o si quiero ser una persona fría, nadie me lo va a impedir. Soy como soy, con mi personalidad y con mi temperamento y nadie va a cambiarme de ninguna manera porque me quiero como soy y eso me hace especial.

Muchas veces me han llegado mensajes de chicxs, que al ver mi modo de pensar y al ver que estoy dispuesta a ayudar, me cuentan sus cosas. Muchxs me dicen que están oprimidxs por ciertos aspectos de sus vidas, sobre todo por los que tienen a su alrededor. No nos damos cuenta de todo lo que hay detrás nuestra, de todos los kilos de prejuicios a nosotras mismxs y a otras personas. Si no somos felices es por nosotros mismos, porque ya sea consciente o inconscientemente, por nuestro alrededor. no nos dejamos avanzar. Cuando realmente nos liberamos de todo esto, quitándolo también de nuestro estómago, cerebro y corazón, somos personas nuevas.

No quiero decir más porque no quiero dar pie a confusiones, quiero que a partir de aquí quien me lea reflexione.