Esta mañana me he puesto a pensar y me han entrado ganas de llorar, y llorando he vuelto a pensar más.
El mundo es demasiado para mí, siempre lo he pensado, esta vida se me hace grande, tan intensa que explota dentro de mí y no me deja dormir, me tiene a todas horas pensando el por qué he nacido, para qué estoy aquí y qué tengo que lograr.
El mundo es demasiado para mí, siempre lo he pensado, esta vida se me hace grande, tan intensa que explota dentro de mí y no me deja dormir, me tiene a todas horas pensando el por qué he nacido, para qué estoy aquí y qué tengo que lograr.
Y es que cuando estoy extremadamente feliz, me emociono, cuando no puedo seguir un paso más, me entristezco. Siempre me pesa la vida de una manera o de otra.
He llegado a la conclusión de que es por la intensidad por la que vivo todo, he pasado por cosas por las que no sé aún lo que realmente he sentido, si dolor o amor y tampoco sé ni en qué grado de intensidad lo he vivido.
Para mí vivir es la cosa más bonita, siento mucha curiosidad por la muerte, pero últimamente, desde hace ya bastantes años, no me intereso mucho por lo qué vendrá después y me importa mucho más el presente, que es donde estoy ahora. Si realmente ha existido algo más allá, en un pasado o ahora mismo en un presente o si de verdad hay algo que nos cuida, considero que lo que más agradecería es que la manera que tuviéramos de rezar fuera vivir.
Yo defino vivir como la manera en la que podemos dedicarnos a nuestro alcance de la felicidad, la felicidad no es un estado continuo pero el camino es lo que más llena, no hay un estado máximo, el camino ya de por si lo es.
Yo soy feliz con muchas cosas. Sé que no es bueno ser conformista pero es que en este sentido lo tengo que ser.
Igual no debería llamarlo conformismo, sino el disfrute máximo de las cosas que realmente me llenan, y la verdad es que me completan la mayoría de las cosas que están a mi alrededor en el día a día.
Igual es que estoy en el lugar y en el momento adecuado de mi vida y ya está o también puede ser que he elegido bien a las personas que quiero que sean mi rutina. Tengo demasiadas preguntas para muy pocas respuestas pero no tienen por qué tenerlas ahora, igual se descubren viviendo.
El otro día nuestra profesora de psicología nos hizo hacer una lista con diez cosas del pasado o del presente que nos hacían felices ahora y que seguramente nos iban a hacer también en un futuro próximo. Después de hacer la lista y de leerla ya más tranquila en casa, confirmé ya definitivamente de que por lo menos a mí, la mayoría de las cosas que me hacen feliz son más bien abstractas.
Y no, no quiero ponerme ni cursi ni ñoña pero joder, hay que pararse un poco a pensar, somos seres humanos y hemos nacido para dar y recibir cariño y para mí el haber nacido en un lugar bueno, en el que tengo salud y todas mis necesidades básicas cubiertas, incluyéndose el cariño, para mí eso ya es vivir tranquila.
Luego ya están las cosas complementarias que muchas veces, ya sea porque tenemos un día torcido o porque estamos centrados en otra cosa y no nos damos cuenta de lo que nos pueden producir por dentro.
A mí dame ese tipo de momentos.
Un día de lluvia en casa a cubierto, o saliendo a correr y terminándolo con una ducha caliente, dame un día de sol en invierno o dámelo en verano en la playa, llévame sino a bañarme en pleno cantábrico un 18 de diciembre y termínalo en la cama conmigo.
También me vale escaparme cualquier día a cualquier sitio que no esté hecho por el hombre, que está plagado de naturaleza, me da igual. Sino, me conformo con una puesta de sol en un día que no sea nublado, no me importa que colores tenga.
Me da igual que no nos vayamos a ninguna parte, dame un día de risas en un aparcamiento, en un banco mirando a la gente pasar y descojonándonos de cómo combinan la ropa.
Un día de lluvia en casa a cubierto, o saliendo a correr y terminándolo con una ducha caliente, dame un día de sol en invierno o dámelo en verano en la playa, llévame sino a bañarme en pleno cantábrico un 18 de diciembre y termínalo en la cama conmigo.
También me vale escaparme cualquier día a cualquier sitio que no esté hecho por el hombre, que está plagado de naturaleza, me da igual. Sino, me conformo con una puesta de sol en un día que no sea nublado, no me importa que colores tenga.
Me da igual que no nos vayamos a ninguna parte, dame un día de risas en un aparcamiento, en un banco mirando a la gente pasar y descojonándonos de cómo combinan la ropa.
Hay miiil cosas de las que disfrutar en la vida con muy poco y a mi, con poco me basta.

