LA AUTORA DE MI VIDA IRENE DOMINGO, ESCRIBE MI CABEZA.

"A ti lo que te pasa es que no entienden

que a veces tienen que hacerte una bolita y mecerte

y decirte cosas cursis como:

venga, chiquitina, que tu tristeza es un pájaro que vuela -

Que no te quieren más que para poseerte y llamarte Mía, Mía, Mía

y tú, que no sabes ni dónde naciste, das besos de culpabilidad a los desconocidos que creen conocerte.

Que no, caballito de mar.

Que eres frágil como el vidrio y sólo cortas si te lanzan.

Que no te abrazan fuerte cuando lloras ríos de colores

y te follan como si fueses una muñeca y no un peluche desgastado.

Que no te conocen,

que no quieren.

Que no, pequeñita

Que nadie te ha tratado peor que tú,

pero casi.

Que no te limpian las lágrimas con la lengua

ni te deslizan sandía del ombligo hasta la boca.

Que no te hacen el amor como si se despidiesen de ti

y no te llaman – cosita, ratona, mi niña -

Que no te cuidan

Que no te curan las muertes que te ha dado la vida

Que eres un ave fénix con las alas rotas y nadie les pone tiritas

Que curar y sanar no son lo mismo

Que no, manos de lirio

Que nadie te besa de los pies a la frente

y te dice que tus nudillos son los más bonitos de todo este país de mierda

que no te pasan a buscar por casa y te lían los porritos cuando gimoteas con el nombre de otra

ni te leen versos de Pizarnik que no soportas leer en alto por la empatía

Que no, mi amor

Que te quieren mal

Que te quieren guarro

Que te quieren suya

Que te quieren pa ellos

y te olvidas de ti

Que no, niña frágil

que no es culpa tuya

que llores como una loca

lo que te hicieron los despistados."

Planetas y cosas opuestas.

He nacido en la cara opuesta de la tierra
y quiero volver
nadie va a entenderme tan bien como yo
alguien va a quererme mejor
eso si.

Estoy en el cielo
Y no por estar en la cúspide
Vivo un mundo paralelo
Y soy el sol y la luna personificadas.

A veces soy pequeñita y no ocupo ni destaco como la luna, pero cuando estoy contenta estoy llena me hago grande y altero personas, solo pasa una vez al mes. Tengo una cara visible pero hay una que no verás porque la ocultaré hasta el día de tu muerte, porque yo no muero, siempre me mantengo rodeando a la tierra que es mi cruz, que me ha dado la vida y que me da la tranquilidad.
A veces salgo de día para que se me perciba pero prefiero la luz sombría, esa luz tímida y tenue que doy a las noches, no me gusta destacar pero me gusta hacerme notar, aunque sea un poquito.

A veces doy una ligera luz como la luna y otras deslumbro como el sol, esas veces son escasas y se cuentan con los dedos de las manos.
Doy calor como él pero si me tocas te quemo, cuando no me apetece contactar con la tierra me oculto entre las nubes o me subo a ellas, solo salgo cuando me apetece, sin compromisos. Las personas disfrutan conmigo y cuando me marcho me echan de menos. Me quieren solo por mi función y no por mi intención ni mi interior.
Estoy quieta,
los planetas giran alrededor mía,
unos más lejos y otros más cerca
pero siempre con ritmo y sintonía
la de verme caer.

Los científicos predicen mi muerte y mi momento de dejar de dar calor
y es que no se dan cuenta que soy la luna y el sol
los dos
sin dejar indiferente a ninguno
tengo lo peor de cada uno y nada de orgullo
lo mejor de ninguno.

Y no es que esté triste
no es que me atormente
solo necesito bajar la marcha
poner en blanco la mente.

Sólo necesito saber que pasa cuando te alejas de la toxicidad de las personas, de la tuya propia innata.

Saber que pasa cuando vives sola sin depender ni de tu sombra, ni de tu renombre ni de tu persona.

Solo necesito que llegue el verano, porque no hay nada que me guste tanto como sus tormentas,
esa mezcla entre estar triste y contenta, ese calor humedo que no sabes si te moja o si te seca, eso. Y un poco de sol por favor. A poder ser por la noche, cuando nadie me ve y todos me escuchan.
Dejadme brillar por lo menos un momento
no os arrepentiréis
os lo prometo.