Huyo de lo que envenena, de la tristeza y de la niebla, de los amoríos que ya no están a mi vera, de la mentira que se destapó de lo falsa que era.
Si me haces sonreír me tienes ganada, desconéctame de este puto mundo, en el que nacemos aprendiendo a superar finales y suspendiendo cada asignatura de la vida repetidamente, deberían enseñarnos a aprender a vivir y no a superar que vamos a morir.
Relájame, o por lo menos inténtalo, se que no es fácil, hazme olvidar y no me envenenes más, me he ido intoxicando poco a poco y estoy al borde de la muerte, justo en la entrada del otro barrio.
Llévame lejos, túmbame en la cama y arrópame, abrázame y dame calor, hazme olvidar, duerme conmigo.