jueves, 17 de julio de 2014

Martina, cartas sin rumbo de soñadora nata. Capítulo 4


Tengo que decir que llevo mucho tiempo sin escribir y esto no debería ser así pero necesitaba disfrutar un poco del verano ya que mi año no fue lo que quisiera haber tenido y todo por mi culpa, no debería ser tan vaga la verdad... 
El caso es que han sido las fiestas de mi pueblo y las de la ciudad y las he disfrutado como nunca antes lo había hecho, es sí, no he visto a Carlo en todo este tiempo y es que se ha ido de intercambio a Boston para mejorar su inglés ya que de mayor quiere dedicarse al marketing y las empresas, a mí la distancia de él a decir verdad no me sienta muy bien por que lo necesito y no quiero que esto acabe mal por que es el único chico que me ha querido de verdad, le da igual lo rara que sea el me quiere igual, me tiene en un altar enorme, siempre me ve guapa, es una pasada!
Lo qué más me emociona es que mañana lo veo! No puedo estar mas nerviosa también porque hace mas que no nos vemos que no se por donde empezar a contarle todo mi verano... Pero es que lo echo tanto de menos que no paro de soñar con el, y me angustia porque luego me despierto y parecía tan real que pensaba que ya lo había vivido. 
Tengo que confesar que ya echaba demasiado de menos abrir mi viejo libro de flores y escribir todo lo que pasa por mi mente, ahora estoy en el río he bajado al viejo quiosco abandonado de la señora Mendez y estoy tomando los pocos rayos de sol que quedan ya, a las siete de la tarde, porque sí me estoy castigando a mí misma por suspender Física y Química, sé que es un fastidio para mí pero me lo merezco, aunque eso sí, en agosto me voy con "las cuatro" al parque acuático, nos encanta tanto el agua que hemos decidido ir allí, como no también vendrá Carlo, pero él irá con sus amigos, y ya quedaremos a la noche, bueno me despido que he quedado con las de canto para bajar a la piscina.
Roncesvalles, 17 de Julio del 2017