Nos despertamos Leila y yo y salimos al prado a ensayar, yo amo ese ambiente: ocho de la mañana, los pájaros cantando y el mundo renaciendo como cada día, una pequeña brisa cálida anunciante del verano ¿Y nosotras? Nosotras haciendo la canción más bonita que puede existir, "Vivo por ella." Me encanta esa canción por todo lo que expresa acerca de la música y la fuerza con la que se puede llegar a cantar.
Unas horas más tarde fuimos al salón de Actos del ayuntamiento, llevamos los platos que cocinamos ayer y empezamos a ensayar. Los compañeros ansiaban por entrar y sentarse pero nosotras aún no habíamos ensayado lo suficiente, las prisas de los alumnos no soportaron la puerta y tuvimos el tiempo en el que tomaban asiento y comenzaba la presentación. Bueno por si no lo había dicho antes soy la chica con más miedo escénico de la historia de las cantantes amateurs... Y es que por si no fuera poco mí ex-novio por llamarlo de alguna manera estaba viéndome cantar, es el típico chulo que le darías una buena chapada en cualquier momento de la vida y a decir verdad su presencia no me ayudó mucho... El caso es que las dos canciones que tenía que cantar salieron desastrosamente mal y se me cayó el mundo encima... Pensando que no iba a volver a compartir clase con mis amigas, que iba a estar en un colegio más serio donde no podría soltar mis típicas carcajadas en medio de clase ni compartir interminables momentos con mis compañeras... Se me juntaron todos los malos pensamientos que pueden existir, no pude aguantar más y salí lo más rápido posible hasta llegar al estanque, no podía más, los nervios y la angustia se apoderaban de mí y por si fuera poco empezó a llover, miento, es que nunca ha dejado de llover, por lo menos dentro de mí, siempre he tenido esa sensación de no saber que hago aquí y de mentirme a mí misma diciéndome que sirvo para algo que si no no estaría aquí, pero sinceramente no lo sé, no sé nada, pero lo que si sé es que por lo menos tengo una virtud, la de la esperanza, la que hace que disfrace mis malos pensamientos haciendo reír a la gente, porque sí, aprecio las cosas más simples de la vida porque para mí son las mas bonitas, aprecio si sale el sol cada mañana y si no sale alguien ya me alegrará la cara, porque al igual que yo lo hago con mi gente, ellos también lo hacen, y eso, no lo voy a valorar siempre, que alguien dedique su tiempo para que cambie la cara diciéndome cosas bonitas, ay mis amigas... Las mías las mejores sin duda.
Pero confío en que salga el sol, de hecho ya lo ha hecho, he amanecido en el estanque, se ve que dormir rodeada de naturaleza me ha revivido un poco, aún me queda alguna que otra esperanza guardada en el bolsillo esperando a no ser utilizada hasta dentro de mucho tiempo.
Yo por ahora me vuelvo a casa que necesito descansar y hay muchas mates que estudiar.
Martina Jaso Mundet 17 de junio del 2014