Estaba sola en mi cuarto, de lejos se escuchaba los cantos de romería entrelazados con el silbido del viento, yo, como de costumbre estaba sentada frente al ordenador, haciendo como si estudiaba pero no haciendo nada, bueno, miento, algo sí que hacía, escribir historias que soñaba a menudo, cantar canciones que su letra era un proyecto de mi mundo, pero por lo demás nada hacía que debiera hacer, estaba a domingo y el martes me jugaba la asignatura de mates, ay las mates... quién las pillara... mi vida era una incógnita que no se podía despejar, era la persona más insegura que podríais imaginar y las sugerencias ajenas de que hacer con mi futuro no servían de mucha ayuda yo siempre había querido ser artista, dedicarme a la interpretación, al baile, a cantar y a las novelas, era una persona nacida para eso, la gran imaginación e inspiración que tenía cotidianamente me lo pedía a gritos y yo necesitaba volar, necesitaba conocer otros mundos y dejar de estudiar, yo no estaba hecha para eso...
Mis nervios no se podían gastar en la noche antes del examen, se debían transformar y gastar en adrenalina, ¿En ese cosquilleo que pocos conocen pero que intensamente se siente antes de subir a un escenario? Esa es una de las mayores sensaciones que una puede sentir en su vida, ya que es todo lo contrario a los nervios, aquí te la juegas en el "backstage" pero la otra parte de ti te dice que sí que todo va a salir bien, y que nada más acabar vas a sentir que has hecho disfrutar a la gente, a tu gente, a esa que mueve cielo y tierra por verte, que siente y vive las letras de las canciones y se deja media voz en ella, esa, esa si que es una sensación digna de admirar. Bueno mejor voy bajando de las nubes, esto solo es un reflejo de lo que sueño cada día, canto, si, pero solo en ratos libres, ¿Cuando siento todo esto? Cuando me subo al escenario de la pequeña salita de mi escuela de música, con los focos cegándome la poca vista que tengo de mi profesor mirándome con cara de "¡Martina, expresa lo que cantas!" , con el acogedor público de todos los padres orgullosos de sus "profesionales hijos" formando entre ellos una fila de lucecitas encendiéndose y apagándose de sus cámaras capturando momentos que en un futuro sus hijos verán entre amigos, echándose unas risas.
¿Este es el destino al que aspira Martina? ¿O se merece algo mejor? Esa es la pregunta que me ronda cada día por la cabeza... Si se supone que todo ser humano nace por un motivo en concreto... entonces yo... ¿Por qué he nacido? Pero bueno que a este viejo diario de flores no me sirve reprocharle nada, que él no me puede ayudar...
El caso es que estoy aquí escribiendo mientras pasan los minutos de mi viejo despertador negro a una velocidad de vértigo y debería estar estudiando mates... Pero es que no puedo más, mi cabeza está saturada... Para todo el mundo ha empezado el verano menos para mí y eso me fastidia... Además tengo muchos proyectos pendientes para este verano... En cuanto acabe el curso me iré de barbacoas con mi cuadrilla y al spa para celebrar el cumpleaños de mis amigas, luego llegan las fiestas de mi pueblo que las pasaré con mi novio Carlo y mis amigas "Las cuatro" después llegan las fiestas de mi ciudad, y luego un largo verano por delante para estudiar Física y Química... Quién me mandaría a mí meterme en ciencias si sabía que me iba a dar la japonesa... La llamamos así en el instituto por que tiene los ojos rasgados y a los profesores a los que no tragamos les ponemos apodos, el motivo por el que no nos cae bien es que nos lleva arruinando la vida desde el curso pasado que empezamos tercero de la ESO pero bueno ahora que me cambio de colegio para mejorar mi media espero que no me siga porque esa mujer es una pesadilla... Ya he hecho la recuperación y todo me sonaba a japonés y no por que no hubiera estudiado si no porque todo lo que nos pone en los exámenes se lo saca de la manga para que la gente que habla en clase se vaya a septiembre pero en fin... como no tengo ningún problema por que me considero una chica inteligente y con recursos me dará igual suspender ya que me sé toda la materia.
Creo que voy a empezar a ponerme con matemáticas ya que la señorita Flor nos pondrá un examen de estrujarse el cerebro.
Roncesvalles, 15 de Junio de 2014.
Martina Jaso Mundet.